Cielo

Cielo

Entre las fotografías encontradas, todas de temática tan diversa como inaparente, se encontraba la imagen que representa una sección puntual del camino costero que une las ciudades de Viña del Mar y Valparaíso, referente de la pieza Cielo en la Colección del MAC. El trabajo con esta imagen dio como resultado una serie de nueve telas de 30 × 40 cm pintadas en una gama de grises, que fue presentada en 1993 junto con otras dos series de pinturas bajo el nombre Cautiverio feliz. El catálogo de la muestra reproducía la serie de pinturas y la fotografía modelo, en relación con la cual, la autora precisó: “A partir de este tramo de carretera, la serie se estructura como períodos, como plazos de tiempo y desplazamientos de la mirada” (Galería Gabriela Mistral, 1993).

Lo que le interesó a Natalia Babarovic de esa fotografía no fue el lugar representado, o la foto específica en tanto que paisaje marino, sino el que esa representación fotográfica pudiera fungir como paisaje. Es decir, que pudiese ser observada como paisaje y por lo tanto reproducir un tipo de relación visual convencional, una relación instituida en la historia del arte y la pintura occidental. Y en este sentido, lo central resulta ser el problema visual que la foto propone al observador, y sobre todo al pintor que se propone reproducirla, es decir, al pintor que emprendiese una tarea semejante a la del sujeto que tomó la foto, en este caso, elaborando pictóricamente un motivo inaparente. Solo que ahora el motivo inaparente ya no es el panorama costero que captó el fotógrafo, sino la fotografía misma en su calidad de fragmento visual y de indicio perdido de una experiencia concreta de captación y retención de la realidad visible.

En la pieza Cielo de 2008, se puede observar el destino ulterior de este ejercicio, pues constituye una ampliación de los paisajes en pequeño formato, lo cual supone también una ampliación del horizonte de problemas originalmente implicados. Vemos que ya no parte de la fotografía encontrada sino de la experiencia con la pintura, y aunque es evidente que la fotografía no ha sido olvidada, esta obra específica se erige ahora sobre la base de una obra pictórica compleja que la funda.

Gonzalo Arqueros, Catálogo Razonado MAC, 2017.