Retrato es una pintura exuberante y visceral, donde los límites plásticos en el momento de la producción se sobrepasan, para así buscar las formas en la misma mancha sin tener un concepto previo de las figuras. Es el caso de los dos ancianos abrazados en la pintura.
Su procedimiento, en esta tela y en otras del mismo período, es aplicar sobre las manchas luces en distintas tonalidades, generando los volúmenes. La mancha, para el artista, es la demostración del cuerpo físico trabajando; contenerla es frenar esa fuerza y buscar las formas. Bororo refiere a esta tela en su tesis de pregrado señalando que: “Mayor énfasis lo da un paisaje de fondo, que no es ventana sino una sugerencia plástica que alude a las telas pintadas de los biombos, además la pared está estampada por figuras, parejas en actitud amorosa sacados del cuadro L’Embarquemet pour Cithere de Watteau. Aun cuando el resultado de esta imagen es obvia por todos sus ingredientes, considero esta tela como el mejor logro de todo lo hecho anteriormente” (Maturana, 1981, p. 26).
Los ancianos representados en las figuras tienen un sesgo expresionista, que dentro de la Escuela de Artes específicamente en el taller de pintura, solo Rodolfo Opazo incentivaba a explorar. Es así como inicialmente en Bororo (al ser el mayor en edad) y, con posterioridad, en el resto de la generación, hay un resurgir de la pintura en un contexto donde los teóricos nacionales la declaraban muerta. Sin embargo, Retrato representa una nueva manera de hacer pintura sin estar suscrito a formas rígidas disciplinares o académicas. La representación de fotografías de viajes sobre el piano, en esmalte negro, fue realizada con impresiones de pintura sobre cartón que el mismo Bororo hizo, las cuales –por supuesto– después recortaba con óleo y generaba el marco.
Retrato representa el drama de la vejez y los recuerdos, con las fotografías de viajes realizados. En esta pintura no se representa una pareja en particular. En ella están los ancianos de la familia del artista y de todas las familias; siempre lo cotidiano y emotivo está presente en sus pinturas, pero sin ser realista o con un referente directo de un archivo personal.
Matías Allende, Catálogo Razonado MAC, 2017.