Calados para marcar fechas y lugares determinados en la ciudad se expuso en la muestra Recreando a Goya en el Goethe Institut de Santiago en 1978, donde participaron, entre otros, Lotty Rosenfeld, Nancy Gewölb, Julio Quiroz, Humberto Nilo, Jorge Brantmayer, Elías Adasme, Francisco Brugnoli, Virginia Errázuriz y Eva Lefever.

La obra consistía en una serie de planchas de aluminio caladas representando partes del cuerpo humano (brazos, manos y torsos) que servían, como los stencil, para marcar e intervenir murallas del espacio público (controlado militarmente), aludiendo a la situación de violencia posterior al golpe militar de 1973. En términos de imagen, la obra de Donoso apelaba a la fragmentación del cuerpo, cuestión que había explorado algunos años antes con sus obras Logotipo negro (1976) o El cuerpo estrecho (1976). Esta fue una forma de representación bastante asumida por el arte del post-golpe (Roser Bru, Vilches o Duclos), aunque con un alto grado de simplificación y esquematización que no se asocia a la fuerza expresiva de Roser Bru sino a un aspecto pedagógico y de continuidad en el espacio público (más cercano al posterior Soro). El cuerpo se transformaba en un signo que invitaba a ser trastocado por los múltiples usos que los habitantes podían otorgar, un claro antecedente para las acciones de Lotty Rosenfeld (Una milla de cruces en el pavimento desde 1979 en adelante) pero también para el No + del CADA de 1983.

Ignacio Szmulewicz, Catálogo Razonado MAC, 2017.