Retrato

Grigoriev

Retrato, representa supuestamente una dama en el contexto neoyorkino de los años 30 donde se desenvolvía el pintor ruso, y que era fuertemente estimulante para artistas de distintas latitudes, alrededor de la figura de la filántropa norteamericana Gertrude Withey. Esta obra, solo con sanguina y carbón, compone una figura femenina altamente definida, la cual sigue patrones de disposición corporal que se pueden ver en la tradición de dicho género pictórico. Con un semi escorzo se nos muestra sentada, con la mirada hacia un costado, contrastando con unas plantas y un capitel que se insinúan al fondo. El nivel de volumen en las manos y brazos tiene un grado de ejecución altamente logrado gracias al uso de los materiales, para generar luz, lo que a su vez define y modula con un lápiz muy fino.

Grigoriev demuestra con esta obra un manejo de los materiales interesante, todo el trabajo es una lección de dibujo, desde el boceto a la delimitación. Tanto la definición de la silueta, del rostro y el cuello están sombreados por la sanguina; el pelo de la mujer, está compuesto por trazos firmes hechos con el lápiz, al igual que otros insinuados para completar la trama de cabellos recogidos hacia atrás. El vestido es fluido, posee una mayor soltura a la rigidez estructural que supone. El carbón domina en su contraposición con la sanguina en el vestido, líneas sinuosas generan este traje sensual, con aberturas en los costados de las mangas. La soltura que se produce en ciertas zonas de la prenda de vestir, se proyectan agudamente fuera del cuerpo de la mujer. Tanto el diseño, como la síntesis formal de los rasgos faciales y corporales, tienen relación con las composiciones estilísticas del Art Decó (estilo predominante en los Estados Unidos para esa década).

Matías Allende, Catálogo Razonado MAC, 2017.