Lanchas en Compu

Isamitt

En la pintura Lanchas en Compu observamos la entrada de mar en la que se ubica el caserío de Compu, entre Queilén y Quellón, en la isla Grande de Chiloé, al sur de Chile. Ahí pasó Isamitt largas temporadas viviendo en una comunidad de la etnia Huilliche en la década del 30. Tanto en este lugar como en sus estadías en la zona mapuche, se encargó de registrar diversos ámbitos de las culturas indígenas. Fruto de estas estadías son varios cuadros del período, al igual que algunos de sus más importantes aportes al mundo de la música, pues fue uno de los primeros compositores en incluir ritmos, melodías y letras indígenas “originales” en su obra (también fue uno de los primeros en utilizar el dodecafonismo, lo que nos indica el paralelismo de sus orientaciones en la música y la plástica, en el sentido de combinar contenidos locales con procedimientos formales modernos).

La vista es hacia el poniente, hacia el interior de la isla. La mayor parte del cuadro lo ocupa un plano de cielo, surcado por robustos nimbos entre los que se divisa un cielo claro, característicos del lluvioso y cambiante clima insular. El plano de tierra comienza algo más abajo que la horizontal normal. Al lado derecho observamos la entrada de mar, que hacia la vertical del cuadro se fuga en el estero que se confunde con ella. Dos lanchas pesqueras, recogidas las velas de una y desplegadas las de la otra, se ubican cerca de tierra. Al lado izquierdo, entre colinas más altas, observamos el caserío de Compu, apenas apuntado por dos construcciones y, en uno de los momentos más icónicos del cuadro, por la iglesia de madera de la localidad, propia de la característica arquitectura religiosa de Chiloé (un conjunto de 16 iglesias del archipiélago fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el año 2000), y que hasta el día de hoy puede apreciarse en este lugar.

Claudio Guerrero, Catálogo Razonado MAC, 2017.