La pieza titulada La vuelta es un grabado en plancha de zinc del artista Pedro Lobos, de la que se desconoce a ciencia cierta tanto el número de edición como la fecha de producción. En la imagen se distinguen claramente tres planos de profundidad: en el primero, se sitúan dos figuras masculinas y un árbol deshojado, trazados los tres motivos con líneas sinuosas; en el segundo plano es posible ver dos animales que parecen ser llamas pastando; y en el fondo, se eleva la torre de una iglesia. Estos planos están conectados por un sendero que serpentea entre áridas colinas. Si bien la relación proporcional entre los motivos descritos no es verosímil y, por tanto, no producen una ilusión de profundidad geométricamente lógica, el follaje de un árbol que se asoma entre los cerros del fondo, proyecta una ortogonal en fuga respecto del árbol del primer plano que soluciona la composición en perspectiva.
Este detenimiento en la estructura compositiva de la obra no es antojadizo, puesto que sus características formales nos pueden ayudar a estimar un período de producción. Si comparamos La vuelta –además de las piezas Legenda criolla (zincografía) y Eva (aguafuerte), también obras de Lobos pertenecientes a la Colección del MAC– con De la trágica noche del pueblo y su esperanza, edición de diez grabados del mismo autor en formato empastado del año 1950, podemos notar un cambio en la forma de componer las estampas. En su obra tardía, el artista abandonó la representación del fondo para centrarse en el desarrollo de grupos de figuras humanas sumamente detalladas, de relaciones dinámicas y escorzos complejos que, más que situarse en un entorno, proyectan relaciones espaciales.
Felipe Baeza, Catálogo Razonado MAC, 2017.