En esta obra, donde hay igual cantidad de mujeres y de hombres que conversan en grupos, podríamos pensar que en las figuras que constituyen el gran “primer plano” se representa a cuatro familias con dos niños, todas cuidadosamente dibujadas y con el refinado uso del esgrafiado propio de la litografía. Pero este grupo humano que conforma densamente la mitad baja de la imagen, pareciera ser secundario para el grabador. El artista, quien le otorga un título a la obra, que localizamos como seña significante, en uno de los elementos o estructuras que constituyen la mitad superior de la imagen. Lo anterior, para esa “pequeña multitud trabajadora” es ciertamente su contexto, aunque también deben ser considerados contextuales los tres árboles que forman parte del primer plano y entre los que se destaca una araucaria. No obstante, estos árboles son diminutos y refuerzan más bien el marco cerrado del grupo, ya que se pueden entrever apenas en los espacios intersticiales, como contraforma de las figuras. Pero hay un detalle de apariencia minúscula entre los dos planos ya que se yergue allí, sobre el grupo, la pequeña cabeza de uno de los dos niños que en brazos de su padre parece entrar en la escena desde el fondo, constituyéndose en un elemento que pareciera marcar la vinculación entre ambos planos de significado: el grupo que conversa y las construcciones entre las que el gasómetro se ubica.
Es el segundo plano, o mitad superior de la imagen, se sitúa todo lo construido y es allí donde parece querer el autor que se concentre la atención. Lo mayor allí es el gran silo pintado como damero, a la derecha; lo sigue el gasómetro mismo, que medio se oculta hacia el centro, y luego las chimeneas de la izquierda. En ambos lados de estas “construcciones” mayores, la estructura de más a la izquierda, en el borde de la imagen, o las casas de la derecha, en el otro extremo, parecen meros agregados efímeros.
Hugo Rivera-Scott, Catálogo Razonado MAC, 2017.