Minimal #4 (patchwork) forma parte de una serie de obras que reúnen dos aspectos: citas críticas sobre el movimiento artístico norteamericano del minimal –impulsado por Robert Morris, Donald Judd, Sol LeWitt, Carl Andre, entre otros–; y una apropiación estética de las políticas de solución habitacional del Estado chileno. La obra recrea, bajo las mismas dimensiones, los muros estructurales de la vivienda básica que entrega el Estado como solución habitacional masiva.
Con ambos elementos dispositivos –cita y apropiación– la escultura de Rivera cruza los umbrales hacia el arte posmoderno para entender la obra de arte como problema político. Situada en el contexto de la 25ª Bienal de São Paulo de 2002, cuya temática fue Iconografías Metropolitanas, el trabajo de Rivera propone interrogar el problema de la vivienda en Chile. Como signo de pertenencia a un territorio, de asentamiento y residencia, se trata de un asunto de larga trayectoria en los debates públicos que registra el país, desde los años 30 y 40 hasta la actualidad, la vivienda siempre escasea. Sin embargo, la propuesta de Rivera permite situar el foco no en la imagen del domicilio (cuestión abordada, por ejemplo, en la obra de Voluspa Jarpa o Andrés Durán), sino en el problema del espacio. En las formas en que el Estado se encarga de proveer las condiciones y diseñar el espacio arquitectónico para el desarrollo de la vida digna, y cómo tal valor se puede cuestionar desde un aspecto tan mínimo –otro bemol del juego de palabras– como es la medida estándar: 36 m2.
Rivera añade, además, un elemento distintivo en relación a las otras piezas de la serie Minimal (cuya muestra inicial estuvo en la exposición Menos es más en la Galería Animal el año 2000), esto es, la inclusión de fragmentos de materiales decorativos que usualmente son utilizados para las cocinas, baños, pisos, muros o muebles del hogar.
Ignacio Szmulewicz, Catálogo Razonado MAC, 2017.