Retrato a la angustia

Tacla

La obra Retrato a la angustia está construida a partir de una composición particular, donde las figuras se encuentran unas sobre otras, fundiendo los cuerpos como si fuesen espacios anómalos de investigación. Es así como la pintura representa, en el centro de la composición, un cuadrado de tonos rojos y blancos depositado sobre un cuerpo indeterminado, deforme, y con una exageración radical de cada gesto; sobre ese rostro, trazos a mano alzada de un tono verdoso impreciso. Desde esta cabeza en perfil, la que pareciera tener un gesto rabioso, baja una vena henchida hasta el brazo, donde más abajo se dispone otra extremidad que sale desde el centro de la pintura: lo que vemos es un enérgico puño que se proyecta. Es a partir de ese punto central de la pintura donde salen dos piernas, simplemente insinuadas, ejecutadas mediante la marcación de las extremidades del dibujo a trazo alzado. Asimismo, en distintos lugares de la pintura, vemos también un cubo, otra figura geométrica que aparece, pero que no logra mostrarse en plenitud; desde uno rojo a otro azul cerúleo. En Retrato a la angustia el artista utiliza medios distintos para realizar las obras, basándose principalmente en colores expresivos. Un fondo anaranjado compuesto por un amarillo enrojecido (amarillo que es ya el tono de preparación de la tela), así como los trazos verticales de tonos rojos y blancos que cruzan la imagen de un lado a otro, enmarcando una representación corporal que proyecta ascendentemente la figura en ese fondo neutro pero vibrante.

Esta obra pertenece a una serie titulada Del Nilo al Mapocho, la cual fue producida por el artista en la ciudad de Nueva York, su lugar de residencia por aquella época. A través de ella, reflexiona sobre la condición de los migrantes en esta ciudad, una de las más populosas y cosmopolitas del mundo, que durante finales de los años 80 se convirtió en el centro de duras disputas raciales.

Matías Allende, Catálogo Razonado MAC, 2017.