Figuras con manicero pertenece al que es probablemente el repertorio temático más característico de Villaseñor, constituido por escenas callejeras pobladas por organilleros, maniceros, chinchineros, feriantes y niños. Esta pintura muestra a dos niñas que sostienen unos pajaritos de juguete a un costado de un “buque manicero”, del que vemos solo un fragmento. Existen a lo menos otras dos versiones posteriores del mismo motivo (con casi idénticos personajes y encuadre) en colecciones privadas. Se sabe que el pintor realizó varias versiones de algunos de sus motivos preferidos, como Figuras con organillero, el que acompañaba a la pintura que nos convoca en el Salón de 1952.
En la dimensión formal, la obra se presenta como una síntesis de tendencias modernistas: color arbitrario, dibujo abocetado, pincelada sintética y un tanto expresiva, tema mínimo, énfasis en la superficie del cuadro. El pintor realiza un procedimiento característico de su obra al homogenizar la superficie de la tela y rebajar la intensidad de los tonos repartiendo empastes de blanco. La paleta del cuadro, que incluye naranjas y azules, también es característica de su obra. La sensación de espacio es ambigua en diversos momentos de la tela, pues si en varias ocasiones el dibujo tiende a formar anatomías, volúmenes y atmósferas, los planos de color y un encuadre que no nos permite ver completos ninguno de los cuerpos u objetos principales de la pintura tienden a negarlo o relativizarlo.
Claudio Guerrero, Catálogo Razonado MAC, 2017.