Luna Acosta, Elías Adasme, Carlos Altamirano, Nemesio Antúnez, Paula Baeza, José Balmes, Gracia Barrios, Roser Bru, Francisco Brugnoli, Melé Bruniard, Ricardo Carpani, Juan Carlos Castagnino, Juan Castillo, Víctor Hugo Codocedo, Rou Contreras, Francisco Copello, Valentina Cruz, Carlos Donaire, Luz Donoso, Virginia Errázuriz, Cristián Gallegos, Juan García Bustos, Carlos Hermosilla, Helen Hughes, Alfredo Jaar, Juan Pablo Langlois, Hugo Leonello Núñez, Kena Lorenzini, Sergio Montecino, Francisca Montes, Luis Navarro, Guillermo Núñez, Marcela Oliva, Agustín Olavarría, Jorge Opazo Ellicker, Antonio Quintana, Marcelo Rivera Fuenzalida, Lilo Salberg, Guillermo Tejeda, Eugenio Téllez, Heliodoro Torrente, Ricardo Villarroel

Nuestra memoria como país, y por tanto la producción artística nacional, ha estado marcada principalmente por la fricción determinada entre detentores y administradores del poder y los administrados, quienes han dejado testimonios que ponen de manifiesto su rebeldía, subversión o resistencia, de manera constante a lo largo de la historia. Toda crisis implica movimiento y cambio, y por tanto la posibilidad de ver y comprender de otra manera el mundo que nos rodea. Esa “vuelta de tuerca” propia del trabajo del arte, que nos aporta en la imprescindible necesidad de otra posibilidad de vida, resulta apremiante en momentos como los actuales que nos abren la mirada hacia profundas transformaciones de futuro.

Las obras exhibidas en Colección/Contingencia, que datan desde 1935 hasta 2019 son testimonio de los momentos frecuentes más oscuros dela historia de Chile y Latinoamérica, siendo expresión del compromiso de artistas que la han confrontado en sus diversas etapas. Al mismo tiempo, la muestra hace presente la variedad de géneros o lenguajes de sus respuestas presentes en la Colección MAC. Acá, se presenta desde arte objetual hasta fotografías, pasando por escultura, pintura, grabados, entre otros.

Presentamos esta exposición, como una reflexión sobre el profundo momento crítico que cruza nuestra sociedad, debido a su rechazo a un modelo de vida que ha generado imborrables frustraciones y la necesidad, en este contexto, de poner en evidencia la misión que nos corresponde como un museo parte de una Universidad del Estado, esto es con la autonomía necesaria para cumplir su rol público sin estar determinada su política por momentáneas hegemonías culturales. Desde su apertura, en 1947, el MAC ha procurado, como parte de su misión y vocación, ser un espacio atento y abierto a las tendencias emergentes y especialmente críticas que cruzan nuestro paisaje cultural, las cuales frecuentemente son rechazadas o inadvertidas por otras instituciones y esto en el marco de su concepto de museo nacional, o sea abierto a los artistas de todo el país, sea cual fuere su origen formativo o tendencia pero también atento a las producciones de arte latinoamericano y universal que puedan incrementar nuestra reflexión y amplitud de mirada. De esta forma y por la suma del tiempo transcurrido nuestra colección se ha ido constituyendo en una suma de actualidades, nombre que nuevamente, por esta misma exposición, hoy se reitera en su validación.