El artista español Solimán López une arte y ciencia en una obra que interpela el futuro de la humanidad. Su propuesta es un manifiesto inscrito en el código del ADN, materializado en una oreja biodegradable creada mediante bioimpresión 3D. Esta pieza es depositada y conservada en un glaciar del archipiélago de Svalbard, en el Ártico. Un gesto que combina acción artística, crítica social y exploración científica sobre la preservación de datos en un soporte vivo y sostenible.
Manifesto Terrícola invita a reflexionar sobre la condición humana en relación con la economía, la ética, la psicología, la geopolítica, el medio ambiente y el arte. En este manifiesto se condensan inquietudes y visiones que señalan una transición hacia nuevas formas de conciencia ante los cambios impulsados por la tecnología y la biotecnología.