Álvaro Guevara (1894-1951) fue un artista chileno de vanguardia que, desde 1910, se radicó en Europa. Sin embargo, en 1922 decidió regresar a Chile, por un tiempo, con el proyecto de pintar imágenes del sur, iniciando un viaje que lo llevaría a explorar la cordillera de Temuco. Allí permaneció por más de un año y pintó alrededor de cincuenta cuadros. Una de estas pinturas es parte del acervo del MAC, se trata de un paisaje por el cual accedemos a su experiencia con la cultura mapuche, una experiencia etnográfica que transformó su pintura y su idea del arte.
Esta exposición aborda un capítulo en la vida de un artista olvidado, que aquí se propone redescubrir, por medio de un diálogo con imágenes que –desde la poesía, la botánica y la fotografía–permiten entrar en la pintura, recorrer el paisaje y conocer, a través de él, la sabiduría que habita en esos bosques.
Colaboran: Ignacio Acosta (artista visual), Gloria Rojas (botánica) y el Museo Nacional de Historia Natural.