La pintura chilena moderna tiene una evolución vertiginosa. La inicia el Grupo Montparnasse en 1923. Le sigue la Generación del 28, que influye en una intermedia, que queda aprisionada con otra, que empieza a configurarse en 1945.
La pintura chilena moderna tiene una evolución vertiginosa. La inicia el Grupo Montparnasse en 1923. Le sigue la Generación del 28, que influye en una intermedia, que queda aprisionada con otra, que empieza a configurarse en 1945.