En buena hora llegó a Chile Mercedes Gómez-Pablos. Trae el aliento vigoroso del genio pictórico español cuyo contacto nos ha sido intermitente pero jamás roto. Su pintura se entronca en la misma raíz vigorosa de Zurbarán y del Greco
En buena hora llegó a Chile Mercedes Gómez-Pablos. Trae el aliento vigoroso del genio pictórico español cuyo contacto nos ha sido intermitente pero jamás roto. Su pintura se entronca en la misma raíz vigorosa de Zurbarán y del Greco