Naturaleza dulce y quieta, de apagados ojos como entristecidos por una pena recóndita. Es uno de los más valiosos representantes de la generación del 900, discípulo del austero maestro Pedro Lira. Han transcurrido los años, la dura tormenta
Naturaleza dulce y quieta, de apagados ojos como entristecidos por una pena recóndita. Es uno de los más valiosos representantes de la generación del 900, discípulo del austero maestro Pedro Lira. Han transcurrido los años, la dura tormenta