La obra de Bergander, entonces, al igual que la de muchos artistas alemanes de mediados del siglo XX, debe comprenderse en un contexto álgido, altamente politizado y reaccionario. Pensar su producción únicamente desde la corriente expresionista nubla su acabada comprensión, pues la desliga de sesgos de reconstrucción identitaria y de los programas políticos en los que fue concebida, descontextualizándola de las ideologías de la Alemania oriental, marcadas por su afán contestatario en una confrontación aguda con el imperialismo que buscaba minar las relaciones entre las clases obreras y los artistas (y escritores) de la República Democrática.
Es en este contexto que muchos artistas, entre los que se encuentra Bergander, hicieron sujeto de sus obras a las clases trabajadoras, las protagonistas de la reconstrucción social y cultural; siendo este además el momento en que se promovió la exposición de artistas alemanes en diversos lugares del mundo, entre ellos Chile. Auf der Treppe corresponde a un grabado cercano a 1964, expuesto en Chile en el año 1965 en la exposición Grabados de la República Democrática Alemana, organizada por el Instituto de Extensión de Artes Plásticas de la Universidad de Chile. Dentro de la exposición Auf der Treppe se encontraba junto a más de una decena de otros grabados del autor, entre los que destacan las escenas cotidianas en espacios públicos.
En Auf der Treppe vemos un momento, al parecer de entre muchos otros, de absoluta cotidianeidad: un pequeño grupo de transeúntes que interactúa en un exterior que desvanece hacia un espacio público, común, de tránsito diario. La composición se erige a partir de la presencia constante y abarcadora de la escalera, cuya simpleza geométrica y linealidad funcionan como segundo plano, como fondo y como encuadre para la escena principal. A pesar de la neutralidad visual producida por esta como único elemento contextualizador del espacio (y por la monocromía otorgada por la elección del medio técnico), la composición gana profundidad temática, pues es la aparente simpleza del espacio la que permite pensar la escalera como espacio público, como lugar de encuentro y como punto de transitoriedad.
Nicole Iroumé, Catálogo Razonado MAC, 2017.