De Sobremesa, compuesta por una alfombra de grandes dimensiones y 18 patas de cruz sin sus respectivas poltronas o taburetes, se disponen en contraposición una de otra, en tensión y confrontación; frente a frente. La obra deja ver el desgaste sufrido por los comensales, sus sillas, sus movimientos durante décadas en la antigua casa patronal. Los objetos rescatados por la artista simbolizan aquella familia suya que pasó años en el gran salón de la casa de campo, allí donde se encontraban a mal traer estas piezas. No hay ninguna intervención radical en la factura de los objetos, exceptuando, por cierto, la uniformidad que les dio a las patas. En el resto, es el mismo tiempo el que opera como factor principal. En la alfombra, el lugar donde los pies friccionaron por decenios, ha sacado hilos y pigmentos, dejando una mancha que retorna al material casi a un estado originario, a su vez que presenta su condición de uso como huella. La aparición de los objetos en su estado individual, y no como sistema que conforman estructuras más grandes, donde se realiza la degradación del tiempo que la artista investiga y valora.
Matías Allende, Catálogo Razonado MAC, 2017.