Este grabado llamado El Alicanto presenta una figura antropomórfica que entre sus dedos sostiene un pequeño huevo mientras un ave revolotea a su alrededor. La alusión es a la leyenda chilena del alicanto, pájaro fabuloso cuya aparición es esperada por los mineros y buscadores de fortunas del norte del país ya que se cree que debido a que esta ave se alimenta de oro es capaz de conducir a sus perseguidores a las codiciadas vetas de oro o plata, a riesgo de desorientarse con la brillante luz que emana de sus alas color plata. El gran premio para el buscador de tesoros es encontrar su nido ya que el alicanto pone dos huevos, uno de plata y otro de oro. En la pieza, Palazuelos despliega su oficio de grabador para trabajar la línea con la técnica del aguafuerte de manera muy cuidada una figuración que le es muy propia y que sin duda hace referencias a los grandes maestros como Rembrandt, Durero o Brueghel. Es un grabado que por lo que se puede ver en términos de la calidad de la línea impresa fue ejecutado a la prima, dibujando sobre un barniz de dibujo con una punta de metal para después generar incisiones por medio de un ácido.
Nelson Plaza, Catálogo Razonado MAC, 2017.