El acierto de esta pequeña imagen consiste en que retrata una escena popular, la que si bien no está localizada, podría ser un rincón de cualquier mercado del país, desde La Vega Central de Santiago a los mercados de Chillán, Temuco o cualquier otro lugar; pero lo que se resalta aquí no son los productos del agro, que en esta obra aparecen más bien como algo secundario. El primer plano está ocupado aquí por la figura de una mujer sentada en la tradicional silla “matera” de totora, quien con una calabaza en la mano izquierda, exhibe su mercadería artesanal y espera con cierta melancolía a sus clientes. En este mismo recinto donde el tiempo parece ser moroso, hay otras dos figuras que son las que tienen los productos agrícolas, el hombre de la chupalla, sentado a la izquierda, quien espera vender también sus zanahorias y betarragas, así como más atrás la mujer de la derecha, que parece tener una gran cantidad de algo que no identificamos, pero que podrían ser choclos o papas y que se apilan muy alto.
Hugo Rivera-Scott, Catálogo Razonado MAC, 2017.