Nacimiento de América formó parte del envío de Chile a la III Bienal de São Paulo en 1955. Fue la primera vez que Matta participó de esa instancia y lo hizo de manera doble, representando a Chile y formando parte del envío especial de la Unión Panamericana. Una vez terminada la Bienal, en 1956 los cuadros de Matta debían ser enviados a Nueva York para una exposición y luego remitidos al domicilio del artista en París. Sin embargo, Nacimiento de América fue la única obra que nunca llegó a Nueva York, ya que aparentemente se extravió por un tiempo, como queda documentado en el intercambio de correspondencia entre las autoridades organizadoras responsables. Lo que sabemos es que, a partir de este incidente, casualmente o no, el cuadro regresó a Chile (alrededor de 1957) y pasó a formar parte de la Colección del MAC (antes de 1963).
Desde entonces, la obra ha sido dentro de la Colección del Museo un emblema (de su condición contemporánea y latinoamericana) y una pieza clave para abordar la producción del artista, ya que pertenece a un período de síntesis entre las ideas del cubismo y del surrealismo que le interesaron (la cuarta dimensión y el automatismo) dando paso a un expresionismo semi abstracto que embiste sus reflexiones sobre la metafísica y el origen del cosmos de manera concreta y consciente sobre el espacio pictórico. Por último, es también el nacimiento de América dentro del imaginario del artista, su inclusión como punto central de articulación para su obra posterior, que estará en estrecha relación con el continente y su desarrollo artístico y político.
Amalia Cross, Catálogo Razonado MAC, 2017.