Esta serigrafía es la planimetría de la obra en relieve adosada al muro que Guillermo Núñez creó en 1972 para el emblemático edificio de la UNCTAD III durante el gobierno de la Unidad Popular. Las formas de colores saturados y planos corresponden a las placas de acrílico de color y maderas pintadas que salían del muro, integrándose a la arquitectura.
Al ser destruido el mural por los militares después del golpe de Estado, este grabado se ha transformado en un valioso documento artístico sobre un episodio histórico relevante. Ante la inexistencia del mural, su identificación fue posible gracias a los dibujos que el artista realizó, entre julio y septiembre de 1973 (que conforman el libro Archivo de la Memoria), y por el registro fotográfico del interior del edificio publicado en 1972 en la Revista Educación. El artista concibe esta obra como un homenaje a los trabajadores que participaron de la construcción del edificio, levantado en un tiempo muy breve gracias al esfuerzo mancomunado de obreros, arquitectos, artistas y voluntarios, principalmente estudiantes, a quienes Núñez decide homenajear con su obra, a través de figuras antropomorfas unidas por las manos, la geometría y el color. Núñez participó activamente en las campañas presidenciales de Salvador Allende y en el gobierno de la Unidad Popular, como miembro del Comité de Artistas de la UP y director del MAC, realizando una serie de iniciativas político culturales que privilegiaron el grabado como soporte de difusión artística, especialmente la serigrafía. Entre ellas, cabe destacar la exposición de las serigrafías del Tren Popular de la Cultura realizadas por artistas de la Unidad Popular, que se exhibieron en Chile en 1971.
Amalia Cross, Catálogo Razonado MAC, 2017.