La obra Le bouc empetre (Macho cabrío enredado) es un ejemplo del protagonismo plástico y simbólico que los animales y las plantas tienen en la obra de Jean Lurçat. Tanto en libros ilustrados como en diversas pinturas y tapices Lurçat creó una iconografía propia que tiene como fuente la representación y los relatos de animales en diversas tradiciones, primitivas, medievales y modernas, occidentales y orientales.
El motivo del macho cabrío saltador se encuentra en varios tapices de Jean Lurçat de la misma época, de principios de los años 50, por ejemplo en Esperanza (300 × 725 cm), conservada en el Museo de Angers. En esta gran sarga sobre fondo verde, Lurçat pone en escena a los vegetales y a los animales. Uno de ellos, el macho cabrío, atravesando una especie de “ventana-puerta” con sus patas traseras escondidas tras los vegetales. Otros dos tapices Fuego de Noche (119 × 175 cm) y Noche de Walpurgis (153 × 200 cm), presentan al animal en su totalidad y son muy próximos al macho cabrío enredado en el arbusto de la pieza del MAC. En Noche de Walpurgis, el macho se ubica armónicamente en el centro de un sol y en Fuego de Noche se presenta tejido en rojos y ensangrentado. Así, en las obras de Jean Lurçat vemos sintetizado el simbolismo del macho cabrío tomado de diversas tradiciones. Asociado con el sol y el fuego, es el Aries zodiacal “que corresponde a la ascensión del sol, al tránsito del frío al calor, de la sombra a la luz”. Fiel compañero del dios Dioniso, el macho cabrío es un animal sacrificial que también se asocia con la higuera salvaje y a la vid; en la imaginería cristiana se representa casi siempre a Satán presidiendo el Sabbat en la forma de macho cabrío. Santo y divino para unos, satánico para otros, el macho cabrío es el animal trágico, que simboliza la fuerza del impulso vital, a la vez generoso y fácilmente corruptible.
Françoise de Loisy – Gonzalo Arqueros, Catálogo Razonado MAC, 2017.