La obra que nos convoca representa al castillo Brunet de Viña del Mar (también conocido como castillo Yarur), sobre el cerro Castillo, visto desde la ribera norte del estero Marga-Marga, la que hasta hoy es una icónica vista de esa ciudad. Es bastante posible que haya sido elaborada durante los últimos años de vida del pintor, entre 1954 y 1956, cuando residió en ese lugar. El punto de vista bajo determina un horizonte igualmente bajo que enfatiza la monumentalidad del cerro y su castillo. El cuadro nos muestra la orilla del frente del estero, donde se ubican al menos cuatro palmeras, y el punto de vista elegido permite incluso ver un puente que genera una perspectiva sutil respecto a la frontalidad general del cuadro, desde donde parten líneas que en zigzag ascienden y se alejan hasta la misma torre del castillo y que afirman la composición.
El cuadro aparece parcialmente definido con pintura, y en buena parte de su superficie aparece solo el “matado de tela”. En el resto, la ejecución es parejamente rápida y abocetada, en dos fases. Por un lado, un rápido dibujo –en negro, rojo, verde y otros tonos– determina los rasgos básicos de la morfología del cerro, el castillo y el puente. Por otro, pinceladas enérgicas establecen notas de color que cubren el cielo y el estero, y definen la copa de las palmeras y modelan algunos fragmentos del cerro y el castillo. Azul cobalto para el cielo, celeste y verde para el estero, rojo y amarillo para el puente, y verde y amarillo para las palmeras. El contraste entre los complementarios azul y amarillo define la intensidad cromática del cuadro. Sus dimensiones y su rápida ejecución nos permite pensar que la pintura fue realizada al aire libre.
Claudio Guerrero, Catálogo Razonado MAC, 2017.