Urruchúa, Demetrio

Pehuajó (Argentina) 1902 – Buenos Aires (Argentina) 1978

Siembra de paz

Año: 1955

Tipología: Grabado

Técnica: Litografía sobre papel

Dimensiones: 27,4 × 20,3 cm | 37 × 27,5 cm

Nº Inventario: 6401

Crédito fotográfico: © Demetrio Urruchúa, Siembra de paz, 1955. Colección MAC, Facultad de Artes, Universidad de Chile. Fotografía: Jorge Marín

Una mujer, con un manojo de espigas de trigo en una mano y una hoz en la otra, avanza con paso firme sobre el paisaje desolado; en un segundo plano, un árbol talado y una pareja que se abraza, conteniendo mutuamente el llanto o la angustia, son referencia a un pasado de guerra y desolación. En ese sentido, la mujer es portadora del futuro, de la esperanza por el que hace su apuesta el discurso humanista del artista. Como una versión más acabada en términos de la resolución formal, la estampa se vincula al dibujo de Urruchúa incluido en el catálogo de su exposición individual en la Galería Van Riel de 1948: las mujeres de ambas obras, con vestido y pies descalzos y un haz de trigo en la mano, tienen rasgos del rostro, posición del cuerpo y gestos similares. En esa muestra, bajo el número 53 del catálogo, se consignaba la inclusión de la monocopia La mujer de la hoz, la cual probablemente haya sido luego referencia para esta estampa. Siembra de paz también se puede asociar iconográfica y formalmente a la litografía El llamado, de 1953 o al dibujo Seamos libres!, de 1958.

En 1955, la representación de una hoz en manos de la mujer, y su asociación con la referencia a la paz en el título, situaba a esta obra en relación con el discurso sostenido desde la órbita del Partido Comunista, con el cual se vinculaba tanto Urruchúa como sus colegas artistas. En esos años signados por la Guerra Fría, la mención a la paz aparecía como clave retórica asociada al bloque del Este, en contraposición al uso del término libertad sostenido por los norteamericanos. En este sentido, esta Siembra de paz puede ser abordada desde esta clave ideológica; tal como sostuvo luego el crítico de arte Hugo Monzón, antiguo discípulo de Urruchúa, un “elemento esencial en sus trabajos para dar origen a estructuras significantes y develar, de pronto, contenidos ideológicos, es el símbolo, la creación de configuraciones y de relaciones, variantes expositivas, que en Urruchúa son siempre directas, frontales”. Es así como puede ser leída esta mujer portadora de la hoz y “sembradora de paz”.

Silvia Dolinko, Catálogo Razonado MAC, 2017.