A través del trabajo de Samy Benmayor vemos la emergencia de un retorno a la infancia, un regreso a un estado creativo primario, una búsqueda constante de las asociaciones que se dan a partir del juego. Es así como los empastes, los pasajes y distintas densidades que se dan en las manchas que configuran Sin Título, radican en una ejecución si bien no descontrolada, siempre bastante experimental desde la concepción como idea de los procedimientos de ejecución definitivos de la obra. Además, podríamos atisbar dos núcleos de lectura sobre la obra de Samy Benmayor que se atestiguan en la obra Sin Título. Por un lado, una relación con la música, donde la composición con un ritmo particular demuestra un “tempo”, la que proviene de las investigaciones propias del artista y que intenta permear hacia la tela que construye, mediante trazos alargados y proyectados en una cadencia particular. Por otro lado, la importancia de la reunión familiar, de la empresa literaria, de la aventura por encontrar un sentido superior de resarcir un continuo básico entre nuestros relatos de orfandad, que al recordar tanto la deuda aducida a la falta del padre, se enaltece la preponderancia del gesto de la búsqueda, y a su vez, de la supervivencia.
Matías Allende, Catálogo Razonado MAC, 2017.