La performance que registra este trabajo fue ejecutada por Vicuña en 1981 en la entonces solitaria playa de Tunquén, en la zona central de Chile, durante su primera visita al país tras el golpe de 1973. La realizó en un viaje al litoral junto a su hermano Ricardo Vicuña, a quien debemos las fotografías. En el camino a Tunquén realizó varias acciones y al llegar a la playa la encontró sembrada de palos de madera, que al estar secos y deslavados por efecto del agua y la arena, se asimilaban a huesos. Así nació esta acción que remitía metafóricamente a los familiares de los “desaparecidos”, quienes buscaban –y, en muchos casos, todavía buscan– los restos de sus parientes que fueron víctimas de la desaparición forzada durante la dictadura. Vicuña recolectó un conjunto de palos y realizó un “sendero de huesos” sobre la arena, que en el registro fotográfico corresponde a la secuencia “Tunquén”. Tras esto, decidió realizar un ritual de redención o resurrección y con tierra de color trazó sobre la arena el dibujo de un sol en amarillo, azul y rojo (colores primarios tradicionales) junto a una línea negra cruzada por trazos blancos (colores acromáticos), con un fragmento de huesos en cada extremo, que simbolizaba una columna vertebral.
Parte del registro fotográfico de la performance circuló primero como una postal editada por la artista en Nueva York y luego otra parte se incluyó en el libro Precario/Precarious, que revisa seis trabajos “precarios” de Vicuña y culmina con la acción de la playa de Tunquén. Otra versión más completa de este registro se reproduce en el libro Quipoem y en ella ya vemos las dos secuencias―que corresponden a las dos partes de la acción que aparecerán en el registro donado al MAC: “Tunquén” y “Death and Resurrection”. La primera secuencia aparece en blanco y negro y nos muestra, de izquierda a derecha, una foto más grande que el resto, en la que vemos a la artista sosteniendo un conjunto de palos. Luego, tres fotos de diversos tamaños que nos muestran un sendero realizado también con palos sobre la arena que sale o desemboca en el regazo de la artista. La segunda secuencia aparece en color y nos muestra tres fotografías alineadas del mismo tamaño. De izquierda a derecha, vemos primero una vista general de los trazados sobre la arena con el mar de fondo, luego un detalle del sol y al final otro de la “columna vertebral”. El montaje de ambas secuencias tiene la misma forma que la versión donada al MAC, con la única salvedad de que en este último caso ambas se reproducen en color. Esta versión posterior, además, se acompaña de una fotografía impresa que muestra un texto manuscrito en rojo que dice: “muerte y resurrección / sendero de huesos / el cuerpo desaparecido”.
Claudio Guerrero, Catálogo Razonado MAC, 2017.