#repiensalacolección Ernesto Fontecilla

N.14.06.21.043

“Del rostro interior” (1966), de Ernesto Fontecilla (1938), es un buen ejemplo de la obra litográfica del artista en los sesenta. Se trata de una impresión de forma ovalada y orientación vertical, en la que un conjunto de formas apretadas y algo confusas configuran un grotesco rostro. Este se forma a partir de una enorme nariz parcialmente iluminada, una boca con una mueca, entre otras facciones igual de desalineadas.

A propósito del Premio de Adquisición que obtuvo en la III Bienal Americana de Grabado de 1968 realizada en el MAC, hito por el cual la obra forma parte de nuestro acervo, se describe que Fontecilla “prosigue elaborando rostros distorsionados, sugerentes pero cada vez más difusos: lindando a veces casi en lo informe”.

El rostro fue uno de los motivos que más trabajó el artista por entonces, casi siempre tratándose de semblantes monstruosos, con miradas desconfiadas y angustiadas. Y, por cierto, los sutiles claroscuros que permite la litografía sirven muy bien a la ambigüedad entre la forma y lo informe desarrollada por Fontecilla, y que constituye uno de los aspectos más característicos de la Neofiguración.

Fuente: Catálogo Razonado. Colección MAC.

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