Mosaico de recuerdos

Doudtchitzky

La obra Mosaico de recuerdos se inscribe en el período en que ejerce la docencia, y bajo la serie que denominó Ciudades. Un motivo recurrente en su producción, pues está presente en sus óleos a principio de los años 50, en las calcografías ejecutadas entre 1960 y 1985 aproximadamente, e incluso en sus últimas obras, realizadas en esmalte sobre metal, a fines de los años 90. Las ciudades de principios de los 50 son acotadas vistas de paisajes reconocibles: Santiago, donde vivía y trabajaba Dinora, o Coquimbo, donde solía pasar las vacaciones con su familia. Se distinguen porque son ejecutados con una simpleza cromática y sin afán realista, mientras que los grabados que produjo después de los años 60, presentan una composición más compleja del paisaje, tanto formal como cromáticamente, y conformados por la recolección de variados elementos extraídos de sus propias observaciones, vivencias y recuerdos.

Desde un punto de vista formal, fue realizado en una única matriz de cobre, con incisiones que subdividen la plancha irregularmente, enmarcando diferentes construcciones urbanas y rurales, campos y plazas, alternado con una serie de espacios vacíos donde solo el efecto del ácido, y posteriormente el color de la tinta, han dejado huella. Dinora, por lo general, extrae el centro de la plancha dejando ese vacío sin elementos. El paisaje lo configura desde una vista cenital, como una especie de mapa sin dirección determinada de lectura, posibilitando entrar en el recorrido desde sus cuatro bordes. Sin embargo, sus inscripciones (edición, título y firma) determinan la orientación de esta composición de ciudades.

Pamela Navarro, Catálogo Razonado MAC, 2017.