28 de noviembre de 1979. Diario de un día

Errazuriz 2

28 de noviembre de 1979 es una obra que se realizó en el marco de ejercicios elaborados por el TAV en relación con los crímenes acontecidos en dictadura, centrándose fundamentalmente en los detenidos desaparecidos. Sin derivar la propuesta a un ejercicio contenidista o de propaganda (lo cual era absolutamente imposible para el período), la artista elige realizar una obra que retrate un día de su vida. Lo anterior, como un ejercicio para poner de manifiesto el tiempo determinado de un individuo, de subvertir el discurso respecto al tiempo tradicional y verterlo sobre un soporte material, en la evidencia constante del paso de un persona, donde lo único que no está presente es la persona misma.
Es así como, en un cuaderno fotocopiado de 21×16 cm, registra la rutina radical de una madre joven que tiene que cuidar a hijos pequeños, donde el tiempo para dedicarse a su propia producción es absolutamente inexistente. 28 de noviembre de 1979 dispone de una rearticulación del lenguaje para elaborar una obra que aprovecha las condiciones objetivas de su contexto para poner de manifiesto una condición de exclusión, relegamiento y repliegue de su labor, pero que, sin embargo, son claves en la potencia discursiva de una obra trascendente.

Matías Allende, Catálogo Razonado MAC, 2017.

Autorretrato

Errazuriz

La pieza Autorretrato perteneciente al MAC es la copia número cinco de una edición en litografía de 12 ejemplares que Virginia Errázuriz realizó en 1965, en el Taller de Grabado de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, a cargo del artista Eduardo Martínez Bonati.
En formato apaisado, la composición de divide en dos sectores: de izquierda a derecha, una caja de texto y la figura de la planta de un pie. En el texto se lee:

Santiago, Chile
Nombre: Errázuriz Guilisasti M. Virginia
Fecha de nacimiento: 16 de noviembre, 1941
Nacionalidad: Chilena
Nombre del padre: Errázuriz Letelier Octavio
Nombre de la madre: Guilisasti Tagle M. Virginia
Jefe de Registro Civil
19–XI–41

Estos datos biográficos remiten al protocolo de identificación de los recién nacidos en hospitales; información que se inscribe en las llamadas “pulseras identificativas” y que se colocan en muñecas o tobillos de los bebés, con el fin de evitar confusiones. Además de las pulseras, la huella plantar constituye el método de identificación más utilizado. Una vez cortado el cordón umbilical, se toma la huella plantar del neonato junto a la huella dactilar de la madre mediante la impresión en tinta y se transfieren ambos al documento de identificación materno-filial. La obra reflexiona sobre el sentido antropológico de la impresión como huella, es decir, el indicio más elemental de la presencia humana.

Felipe Baeza, Catálogo Razonado MAC, 2017.