Vemos a un grupo de ocho turistas que han descendido de un bus para observar el desierto. El guía, vestido a la usanza fabulosa de Las mil y una noches, con babuchas y pantalones abombados, pero con camisa y gorra de chofer, indica a un hombre que se arrastra por el suelo, un explorador, o peor aún, un turista perdido. Algunos viajeros se muestran algo perplejos, pero todos se entregan al espectáculo, e incluso algunos toman fotografías y películas del hombre andrajoso y sediento.
La escena podría sugerir cómo la moderna institución del turismo enmascara la naturaleza y la cultura, transformando al mundo en espectáculo. No importa si se trata de una víctima del hambre, de un náufrago, de un turista, de un guía o de un actor que interpreta ese papel para los visitantes. Los turistas del Sahara deben encontrarse con un hombre perdido en el desierto, quienes van a Egipto deben encontrar un hombre con babuchas que parece un policía francés.
Se trata menos de la indiferencia ante el dolor de los demás, que de la idea de la realidad como artificio y de la entrega dócil del sujeto a esta construcción, seducido por el efecto de lo pintoresco, pero a condición de olvidar el verdadero peligro que supone vivir en una región desértica como el Sahara. En este caso los turistas le dan la espalda a la geografía hostil del desierto y lo hacen fotografiando y filmando al hombre que, tal como lo sugiere la huella que ha dejado, se arrastra desde de los confines de mundo.
La escena parece transferir al lector, o al espectador, la idea de que acontece en el límite entre la civilización y la barbarie y que ese límite pasa exactamente donde él está ahora, mirando la lámina reproducida en un libro. Se trata de una lámina satírica, es decir, de una ilustración que representa una situación trivial en la que podemos ver el absurdo inherente a la condición humana. Lo irracional, lo inexplicable, lo sorprendente, el sinsentido: lo cómico. La comedia humana y la comedia de costumbres derivando en pesadilla, como un relato de Kafka en que un individuo intenta sin éxito pertenecer a un orden inexpugnable por designio de una autoridad absoluta e inescrutable.
Gonzalo Arqueros, Catálogo Razonado MAC, 2017.