El hormigón es el material de construcción más abundante producido en toda la historia humana. La consolidación del hábitat humano depende de este material cuya vida se prolonga por siglos y que, paradójicamente, nos ha permitido “ponernos a salvo de la naturaleza”. Aquí, construir y destruir forman parte de un mismo proceso muy contradictorio: Sabemos que el hormigón es responsable del 8% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, además, su permanencia rocosa, resultado de un proceso geológico instantáneo, forma una enorme costra sobre la superficie terráquea que amenaza con interrumpir el ciclo hídrico y aislarnos del contacto con la tierra.
Esta muestra configura una puesta en escena experimental que atiende a esta contradicción inherente a los materiales con los que hemos construido nuestro lugar en el mundo. Esta preocupación se ve reflejada en una pieza que combina distintas técnicas de moldaje de especies arbóreas junto a una instalación sonora en base a una versión ralentizada de la Sinfonía n° 9 de Beethoven, más bien conocida como el Himno de la alegría; famosa pieza musical, que anunciaba nuevos tiempos de fraternidad, estrenada en 1824, mismo año en el cual el británico Joseph Aspdin patentó el cemento Portland. Futuro concreto anuncia entonces esta escena de ruinas previsibles donde el tiempo dialoga con la resistencia de las cosas.
Artistas participantes: Fragüe Colectivo compuesto por Cristián Simonetti, Felipe Cisternas, Felipe Palma, Gonzalo Barceló, Juan Gutiérrez, Sebastián Jatz .