En esta exhibición se exploran las secuelas del incendio que en 2018 destruyó el Museo Nacional de Brasil en Río de Janeiro, una de las instituciones culturales más relevantes de Latinoamérica. El incidente afectó al edificio de más de 200 años y a su colección de obras que eran parte fundamental de la historia de Brasil, Latinoamérica y distintas partes del mundo, dejando en evidencia la fragilidad que la institución resistió durante años, abriendo una serie de preguntas relacionadas al cómo se está protegiendo el archivo y el patrimonio museal.
A partir de un proceso de navegación y seguimiento de los residuos digitales que componen la colección digital que queda del museo, la artista exhibe tres videos donde interroga la dualidad de los sistemas de datos que se imbrican y rechazan los modos y sistematizaciones institucionales, tomando como punto de partida preguntas como: ¿Cuál es la vida del museo después del incendio? ¿Cuáles son las políticas de la memoria digital? ¿Cómo nos acercamos a una institución museal, a una colección que no existe más?