El repertorio bélico provisto por Téllez dialoga con la iconografía que produce su obra gráfica, la que compone una serie de emblemas de la muerte dentro de los que Tanque conformaría, al mismo tiempo que una pieza elegíaca, un monumento de utilería. En efecto, no es una maqueta en el sentido convencional del término, pues no reproduce un tanque en particular sino la imagen sintética de este. En tal sentido, Tanque no reproduce un tanque determinado, sino que responde a una poética que se funda en la estética de la maqueta, pero principalmente en el hábito del artificio, en la estrategia de la réplica y en el arte de la utilería.
En cuanto que falsa réplica, es decir, en cuanto que representación carente de un referente único que reproducir, Tanque es también una respuesta irónica a la trivialización de la guerra y de las formas verbales e iconográficas a través de las cuales esta circula, en especial la épica con pretensión de historia nacional y mundial en su versión divulgativa y heroica. Como las obras de Téllez en las que las armas y la tecnología de la guerra son el motivo central, Tanque alegoriza el fundamento económico e ironiza la épica del arte de representar la guerra, al mismo tiempo que recuerda que su raíz común se encuentra en la violencia primigenia y la voluntad de dominio que define la condición humana.
Gonzalo Arqueros, Catálogo Razonado MAC, 2017.