La producción de Mallol no fue realmente vasta puesto que, generalmente, tardaba en la confección de cada obra, consecuencia de su personalidad perfeccionista. Como rasgo directriz en toda su producción podemos ver un predominio por el motivo de la figura humana. En Torso, no intenta alcanzar un resultado figurativo, por el contrario, decide incorporarle al mármol una condición traductiva de un cuerpo en posiciones enrevesadas. Mallol señalaba que “en la escultura como realidad física actúan, por lo tanto, leyes de absoluto extracto físico, tensiones, presiones, visibilidad, gravedad, etc.; por supuesto que estos elementos o componentes se tendrán que comportar de manera estética y por lo tanto regidos por sus reglas, composición, equilibrio, síntesis, etc.” (Instituto de Arte Latinoamericano, 1973). Mallol esperaba que los materiales se comportaran a la disposición
de las formas ejecutadas por los artistas, no tenía que ser simple emergencia material en estos sino la configuración de piezas bien ejecutadas y trabajadas para sacar el mayor rendimiento en busca de una belleza. Posiblemente, es por ello que deja la búsqueda de esa belleza en técnicas extractivas en escultura y, por el contrario, terminará trabajando ejecuciones aditivas, que podemos ver también en otros trabajos.
Matías Allende, Catálogo Razonado MAC, 2017.