Composición

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Esta obra fue realizada a principios de la década del 60 y enviada especialmente por el artista para la Exposición Internacional de Solidaridad con el pueblo de Chile, y representa el vínculo de Matta con Chile a través de su compromiso político. La exposición se realizó entre julio y agosto de 1964 en Santiago, en el marco de la candidatura de Salvador Allende para Presidente, siendo un hito dentro del escenario artístico de la época tanto por su magnitud política como por los artistas e intelectuales que participaron de ella. En un artículo del diario El Siglo, uno de los pocos medios de izquierda que se encargó que difundir el evento y de apoyar la candidatura de Allende, se informa: “El gran pintor chileno que ha triunfado en París, Roberto Matta, pintó especialmente para esta muestra un mural que llegará por estos días y que será una de las nuevas atracciones de la renovación de la exposición”.

Sabemos que, al final, no fue un mural lo que envió Matta a la exposición, sino este pequeño cuadro, siendo posible vincular las expectativas de la prensa (ante las dificultades de enviar un cuadro de grandes dimensiones por correo) con un gesto anterior de Matta, cuando realizó y obsequió el cuadro-mural Vivir enfrentando las flechas a la Universidad Técnica del Estado en su último viaje a Chile en 1961. Considerando las diferencias de tamaño, ambas obras corresponden a un mismo período de producción marcado por formas ingrávidas que son dibujadas sobre el espacio infinito del color como satélites o arquitecturas de sistemas dinámicos y máquinas fantásticas que representan el funcionamiento psíquico como, a su vez, una espacialidad desconocida, en una década marcada por la conquista del hombre al espacio y por la revolución, en su doble sentido, astronómico y social.

Amalia Cross, Catálogo Razonado MAC, 2017.

El nacimiento de América

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Nacimiento de América formó parte del envío de Chile a la III Bienal de São Paulo en 1955. Fue la primera vez que Matta participó de esa instancia y lo hizo de manera doble, representando a Chile y formando parte del envío especial de la Unión Panamericana. Una vez terminada la Bienal, en 1956 los cuadros de Matta debían ser enviados a Nueva York para una exposición y luego remitidos al domicilio del artista en París. Sin embargo, Nacimiento de América fue la única obra que nunca llegó a Nueva York, ya que aparentemente se extravió por un tiempo, como queda documentado en el intercambio de correspondencia entre las autoridades organizadoras responsables. Lo que sabemos es que, a partir de este incidente, casualmente o no, el cuadro regresó a Chile (alrededor de 1957) y pasó a formar parte de la Colección del MAC (antes de 1963).

Desde entonces, la obra ha sido dentro de la Colección del Museo un emblema (de su condición contemporánea y latinoamericana) y una pieza clave para abordar la producción del artista, ya que pertenece a un período de síntesis entre las ideas del cubismo y del surrealismo que le interesaron (la cuarta dimensión y el automatismo) dando paso a un expresionismo semi abstracto que embiste sus reflexiones sobre la metafísica y el origen del cosmos de manera concreta y consciente sobre el espacio pictórico. Por último, es también el nacimiento de América dentro del imaginario del artista, su inclusión como punto central de articulación para su obra posterior, que estará en estrecha relación con el continente y su desarrollo artístico y político.

Amalia Cross, Catálogo Razonado MAC, 2017.