A través de diversos proyectos de arte y tecnología en MAC Parque Forestal, se analizaron las problemáticas del cuerpo tecnificado, y la Inteligencia Artificial. 

PAM (Plataforma Arte y Medios) en colaboración con el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, realizaron el coloquio Posthumanamente hablando. Los desafíos de la inteligencia artificial. Espacios intermedios entre cuerpo y tecnología.

Prótesis, extensiones del cuerpo, imágenes generativas, representaciones simbólicas, hipótesis sobre el futuro, y otras visiones críticas acerca del devenir humano y medio ambiental, son los temas que reflejan esta nueva revolución del conocimiento: La inteligencia artificial y la nueva era de la robótica aplicada en los cuerpos.  

En el encuentro que se llevó a cabo entre el 15 y 16 de noviembre en el MAC Parque Forestal, se presentaron  una serie de ponencias que abordan las artes, las ciencias y las tecnologías de manera experimental, cuestionando política y poéticamente las fronteras disciplinarias, y las dimensiones humanas y no humanas.

En dos días, investigadores, artistas y teóricos exhibieron propuestas que, a nivel artístico y conceptual problematizan el fenómeno, las derivas de la creación y los impactos socioculturales de la inteligencia artificial, así como también los espacios intermedios entre cuerpo y tecnología.

Las ocho  ponencias que se presentaron fueron seleccionadas de un total de 60 envíos, lo que da cuenta del interés sobre estas temáticas.  La selección final estuvo a cargo de Carla Motto (artista y académica de la Universidad Finis Terrae) y Wolf Boengers (académico de la Universidad Católica y director del Núcleo Fair) quienes además estuvieron a cargo de moderar las mesas. 

Mesas y proyectos participantes: 

Mesa 1: Cuerpos tecnificados. Moderada por Carla Motto. 

Carla Motto (Santiago, 1982). Artista visual, Doctora en Filosofía mención Estética y Teoría del Arte en la Universidad de Chile, y Magíster y Licenciada en Artes Visuales de la misma Universidad. 

Proyecto El tacto: La última frontera de las realidades sintéticas.

Expositor: Stefan Raimundo Escaida Lübbemeier. 

Esta investigación propone que la robótica en el futuro se superpone a la realidad virtual, dominando las experiencia táctiles con los aparatos tecnológicos. 

Pero ¿cómo afecta a los individuos la pérdida de los espacios de autonomía en su cotidiano? ¿Cómo lo tecno-mecánico cambiará la forma en que nos relacionamos con las herramientas digitales? ¿Cuál es el límite entre lo que hace la máquina y el cuerpo? 

Proyecto: A 26 píxeles de distancia. 

Expositora: Loreto Alejandra García Lizama.

El proyecto problematiza en torno a la relación cuerpo­–tecnología en el contexto de digitalización actual, enfocándose en la danza como práctica artística y cruce interdisciplinar con los nuevos medios. 

Precisamente esta investigación se materializa en una instalación que registra con cámara de vídeo un cuerpo a tiempo real, imágen en movimiento que es digitalizada por una interfaz que proyecta el registro alterado, enseñando al cuerpo replicado de manera virtual.   

Proyecto: LUCHA IA.

Expositora: Brisa MP

Este proyecto de creación artística investiga el cuerpo en relación a la inteligencia artificial y las aplicaciones tecnológicas.  

La obra es una compleja máquina que crea un espacio escénico y performático, el cual es posible de manipular por los espectadores a través de la voz, creando una atmósfera de ficción en la que puedes ver o interactuar. 

Proyecto Desconfigurar lo humano. Notas para una técnica protésica de los cuerpos.

Expositora: Mane Adaro

La investigación plantea el concepto de un cuerpo intervenido por prótesis rudimentarias o precarias, de materialidades políticamente significativas, articuladas para el cuerpo con el fin de proponer la idea de una “técnica que configura y desconfigura los cuerpos que se resisten a la descripción de una identidad” (Alejandra Castillo, 2015), o en su caso, que se oponen a pensar el cuerpo humano en un estado puro y único.

Mesa 2:  Inteligencias en disputa. Moderada por Wolf Boengers.

Wolf Boengers es Doctor en Literatura e Intermedialidad de la Universidad de Siegen, Alemania. Es Profesor Asociado en la Facultad de Letras, Universidad Católica de Chile. 

Proyecto: Alteridad e inteligencia artificial. La representación de los pueblos originarios en la IA. 

Expositor: Aruma. 

Este proyecto problematiza la representación visual, simbólica, histórica y contemporánea de las comunidades originarias de Sudamérica.

Por medio de una estrategía de Inteligencia Artificial que captura,  procesa y crea fotografías, videos y contenidos virtuales emulando diferentes épocas, se entrega una versión distinta a la que comúnmente se ha observado en los medios tradicionales. 

Proyecto: Nuevo curso de inteligencia. 

Expositor: Aaron Montoya. 

El proyecto de investigación usa diversas herramientas de programación como “ml5.js”, “TensorFlow.js”, entre otras, con la misión de desarrollar instancias de formación y producción de conocimiento en el ámbito de la educación. 

De esta manera se han logrado preparar instancias de capacitación e instrucción para artes y diseño, donde además se elabora una tesis sobre Inteligencia Artificial e incluso, una muestra y curso de IA en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, UChile. 

Proyecto Organismos emergentes.

Expositor: Jaime Cid 

Este instancia busca explorar y delinear las interconexiones conceptuales que subyacen en el proyecto artístico “Organismos emergentes”, prestando especial atención a la relación entre conciencia ­–entendida como una manifestación de inteligencia emergente– e Inteligencia Artificial. 

A través de este marco, se postula que la inteligencia, como fenómeno inherente en el universo originado por los sistemas complejos, puede ser comprendida y explorada estéticamente por el arte y la tecnología.

Proyecto Imaginarios artificiales. 

Felipe Labra-Oyanedel y Paola Velásquez-Betancourt.Esta ponencia presentó los nuevos análisis y reflexiones de los estudios de las imágenes generativas con Inteligencia Artificial. 

Mostró imágenes sobre los cambios climáticos y diversas cosmovisiones digitales sobre el futuro y nuestro medio ambiente.

El Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile inicia su año programático 2024 con Guillermo Pop: Colores de una utopía, exposición surgida a partir de una colaboración del MAC, junto al curso de Curatoría de la carrera de Licenciatura en Artes con mención en Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Chile. La muestra, que incluye una veintena de obras del ex director del Museo de Arte Contemporáneo, se inaugura el próximo 16 de marzo a las 12h.   

 “La presente exposición rescata las obras del artista chileno Guillermo Núñez realizadas entre 1967 y 1975”, señala de entrada uno de los textos a muro de Guillermo Pop: Colores de una utopía. No se trata de fechas arbitrarias, sino de un espacio de tiempo que, en gran medida, define el perfil de la muestra. Guillermo Núñez, artista, Premio Nacional de Arte (2007) y director del Museo de Arte Contemporáneo (1971-1972), vivió en Nueva York entre 1964 y 1965. Una experiencia que se plasmó en una serie de dibujos que han sido considerados el comienzo de su incursión en la estética Pop Art. 1975, por otra parte, es el año en que realizó la exposición Exculpturas-printuras, la cual fue clausurada por la dictadura a pocas horas de su inauguración. Tras esto, el artista debió partir al exilio.

Guillermo Pop: Colores de una utopía, es una muestra coproducida entre el MAC y el curso de Curatoría de la carrera de Licenciatura en Artes con mención en Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Chile, dirigido por la profesora Paz López. Se trata de 20 serigrafías y óleos (así como un libro de autor), todas parte de la Colección MAC, en dónde se incluyen obras ya clásicas (Desármelo y bótelo, ¡Vencimos!, entre otras) del destacado pintor, grabador, poeta y escenógrafo nacional. Una exhibición que también considera una amplia serie de recortes de prensa -montados en formato collage-, así como documentos seleccionados del Archivo Documental MAC y la reproducción de fragmentos de la película Dentro de cada sombra crece un vuelo (Douglas Hübner, 1976, República Federal Alemana), del archivo de la Cineteca Nacional de Chile.

“Con las ayudantes del curso, Marinieves Nieto y Milena Zamorano, así como con las y los estudiantes, teníamos la impresión de que las curadurías que se han realizado en torno a Guillermo Núñez se han concentrado en su producción realizada post Golpe de Estado”, explica la profesora y Doctora en Filosofía con mención en Estética y Teoría del arte, Paz López, “decidimos entonces revisar todas las obras realizadas por Núñez entre el 65 y el 73 que pertenecen al acervo del Museo; visitamos el archivo del MAC y pasamos varias clases allí revisando y seleccionando materiales. Por su parte, las y los alumnos investigaron las discusiones que historiadores y teóricos han desplegado en torno al pop estadounidense y europeo, y sus vínculos con el latinoamericano”.

Es así como la exposición, que se podrá ver en la sala 12 de MAC Quinta Normal a partir del 16 de marzo, refleja -según explican los estudiantes del ramo en un documento, una “mezcla cultura global y cultura popular local, mediada por la ideología y el uso de la obra como instrumento de transmisión de un mensaje político. Su Pop es un verbo, una acción política de resistencia, de protesta. No se trata simplemente de pop, sino de una pop-lítica”. “El pop en Núñez se advierte no sólo en sus obras sino también en su proyecto como director del MAC, cuyo horizonte era hacer del museo un lugar abierto, democrático y atento a las expresiones populares”, agrega la profesora López.

La muestra, es parte de un trabajo mancomunado de la academia y el Museo de Arte Contemporáneo, según explica el director del MAC, Daniel Cruz. “Siempre ha habido una conversación con profesores e investigadores del Departamento de Teoría de las Artes de la Universidad de Chile, y acá hubo un encargo específico: investigar y producir una exposición de Guillermo Núñez con el museo. Entonces la capacidad profesional que ha desarrollado el MAC, en términos de producción, investigación, sistematización y registro, se pone a disposición de un programa de pregrado para que se genere un ejercicio tangible. Los estudiantes están en un marco académico, pero también se encuentran con nosotros para hablar sobre estrategias, mecanismos, archivo, etc.”.

“Desde el comienzo el equipo del museo ha puesto a disposición todos los espacios, recursos y saberes específicos para la realización de la curatoría. Las y los alumnos pudieron trabajar bajo los mismos protocolos de producción de cada exposición que se realiza allí, conocer detalladamente todos los procesos que se requieren para realizar una curatoría, incluida la museografía, y producir de manera profesional y comprometida este proyecto. Mi impresión es que esta experiencia les entregó un conocimiento que no hubiera sido posible sin esta instancia de trabajo”, cuenta Paz López.

Para el director del MAC, Guillermo Pop: Colores de una utopía, además, se enmarca en un propósito mayor: “La intención es fortalecer los lazos de un museo universitario, que tiene un vínculo natural, estratégico y virtuoso con la universidad a la que pertenece. Esto no quiere decir que no podamos incluir a otras universidades u espacios. “Museo universitario” no es el slogan del museo de la Universidad de Chile, sino que habla de una institución que mira hacia la universalidad del desarrollo del conocimiento. En este caso se invitó a la profesora López, quién dirige las cátedras de Crítica de arte y de Curatoría, para hacer una exploración en donde el museo sea el lugar de observación de esta exploración”.

Junto a las obras, documentos y archivos, la muestra -que se podrá ver durante todo el 2024- considera una serie de actividades que serán ejecutadas durante el año, en particular, en fechas en que el MAC recibe gran número de visitas, como -por ejemplo- el Día de los Patrimonios. Estas actividades serán coordinadas en conjunto por EducaMAC, la Unidad de Conservación y Documentación del Museo de Arte Contemporáneo, y por las y los estudiantes del curso.

Las alumnas y alumnos del curso de Curatoría de la carrera de Licenciatura en Artes con mención en Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Chile, son: Alondra Montero R., Andrea Diu, Elena López H., Ian Mezzano F., Javiera Molina V., Agustina Astaburuaga V., Marinieves Nieto C., Martín Garrido D., Milena Zamorano C., Rayen Díaz S., Sebastián Lizama L., Sofía Arluciaga S., Valentina Jara C. y Valentina Maldonado A.

Guillermo Pop: Colores de una utopía

Curaduría: Curso de Curatoría, carrera Licenciatura en Artes con mención en Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Chile, junto a equipo MAC.

Apertura sala: desde el 13 de marzo, desde las 11h.

Inauguración: 16 de marzo, 12h.

Se trata de un acuerdo entre el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile y el curso de Acústica Arquitectónica, dirigido por la Dra. Carla Badani.  

Una treintena de alumnos de la carrera de Ingeniería en Sonido de la Universidad de Chile, dirigidos por su profesora, la Dra. Carla Badani, realizaron una serie de pruebas en el recuperado Anfiteatro de la sede Quinta Normal del Museo de Arte Contemporáneo. Las mediciones y análisis, que se llevaron a cabo el pasado viernes 1 de diciembre, son parte de un acuerdo de colaboración entre el curso de Acústica Arquitectónica (tercer año) y el MAC.  

“El origen de esto tiene varios antecedentes”, explica Daniel Cruz, director del MAC, “ la profesora Badani ya había ayudado a académicos y artistas que han expuesto en el MAC, es alguien que uno reconoce por su capacidad profesional. Cuando inauguramos el anfiteatro en septiembre de 2023, tuvimos la experiencia acústica del lugar. No la habíamos pensado ni la habíamos percibido. Entonces nos acordamos de la profesora Badani. Se trata de una figura que hemos tratado de implementar, que es la colaboración con distintos estamentos de la universidad”.

La solicitud del MAC encontraría buena acogida, en gran medida, porque se acopla de manera orgánica a las intenciones de la profesora Badani. “Me propuse que los alumnos de Acústica Arquitectónica pudieran aprender estudiando un caso real. Del MAC me preguntaron si podía proponer una solución a los problemas de acústica que presenta el anfiteatro, y  me pareció que era un buen proyecto para estudiar. Se trata de un espacio físico, algo real que podríamos visitar, medir, modelar y analizar en términos de comportamiento acústico. Estudiar el anfiteatro como un espacio cultural, desde su historia, hasta la forma en que se distribuye el sonido en su interior, es un proceso en donde intento que los alumnos logren comprender e internalizar, desarrollando además la percepción del sonido en el espacio”, explica la docente, ingeniera acústica y doctorada en lingüística.

Antes de la visita en terreno, y a partir de los planos del lugar, los alumnos realizaron una investigación sobre el anfiteatro, analizando su historia, sus características arquitectónicas, su materialidad, su entorno, y cómo se ha utilizado durante el tiempo. Luego, la profesora Badani, junto a un ayudante, efectuó una visita técnica, a fin de  realizar el levantamiento de medidas arquitectónicas, ya que no se tenían los planos de elevación del recinto. A partir de lo anterior, se construyó una representación 3D del espacio. La información levantada se “introdujo” en ese dibujo 3D,  resultando en la modelación acústica. 

Luego, el pasado 1 de diciembre de 2023, se realizaron mediciones acústicas en terreno. “Estas mediciones buscan constatar la forma en que responde el recinto a la excitación sonora y también percibir su forma de sonar. Sus aspectos centrales son la reverberación que presenta, la inteligibilidad de la palabra hablada dentro del espacio, cómo se distribuye el sonido dentro de él, el ruido ambiente o de fondo de este. Los resultados serán contrastados con los del modelo, pudiendo evaluar las diferencias o desviaciones encontradas entre la respuesta física  y la obtenida a través de la simulación”, cuenta la profesora.  

El proyecto de simulación y estudio de la acústica del recinto, ha formado parte del ramo durante el semestre, y en base a eso los estudiantes han sido evaluados. Sin embargo, para el Museo de Arte Contemporáneo -y gracias a la información levantada-, el trayecto recién comienza. “La intención es buscar la manera de implementar lo que los informes digan que necesitamos. Esta es una etapa compleja, -porque tiene que ver con financiamiento-, pero lo importante es que no nos quedamos a la espera, sino que buscamos soluciones. El anfiteatro está pensado como un espacio extensional, en el cual debe aparecer una programación que no es la habitual del MAC: artes escénicas, música, talleres, conversatorios, etc. De alguna manera ya hacemos esas cosas, pero en Quinta Normal estábamos muy restringidos de espacio. Ahora tenemos el anfiteatro que es bastante acogedor, por lo tanto el desafío es perfeccionarlo y proveerlo de  técnica”, dice el director del MAC. 

Sin embargo, más allá de los resultados y de su implementación, para Daniel Cruz, el hecho de que el MAC se relacione con otros estamentos de la universidad, es un objetivo en sí mismo, “porque cuando hablamos que el museo es el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, no se trata solamente de un sentido de pertenencia, sino que debiera significar un cruce. Tiene que ver con esta potencialidad de tener un pie en el campo cultural y otro en la universidad. Es interesante también que el museo sea un espacio de otro tipo de acciones, como pasó con los estudiante de Beauchef, que vinieron e hicieron un estudio de la humedad, o el postítulo de restauración, en donde vienen tesistas a trabajar con nosotros, o las pasantías, o las prácticas. Todos esos elementos permiten un encuentro mucho más amplio, dedicado a otros estadios del conocimiento y del saber”.    

“Me parece hermoso poder generar interacciones con otras unidades de la Universidad de Chile y en especial con el MAC, porque el arte contemporáneo ocupa también el elemento sonoro y hace uso del espacio y de lo sensorial, donde la acústica tiene mucho que aportar.  Ese diálogo también hace posible la participación de alumnos, de profesores, de funcionarios, de personas externas a la universidad, y genera oportunidades que permiten aplicar lo que se enseña. Creo que la universidad es, en sí misma, una suerte de gran laboratorio, un espacio vivo, de interacciones, pero también de memoria, de identidad, donde lo sonoro suma una capa de significados”, agrega Carla Badani en la misma línea.

El Anfiteatro MAC Quinta Normal, es un espacio que ha sido recuperado gracias a un proyecto realizado en colaboración con las Direcciones de Creación e Investigación de la Facultad de Artes (CECAI). “Con 450 m2, el Anfiteatro Quinta Normal será una plataforma de vinculación, extensión y visibilización de las diversas áreas de la creación y el conocimiento, que se cruzan en el MAC y en la Universidad de Chile”, cierra el director del museo.

  • Durante el primer mes del 2024, un equipo de la Unidad de Conservación y Documentación del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile realizó un proceso de análisis, limpieza y restauración de la obra Primer Congreso Nacional (1905) de los artistas Nicanor González Méndez y Fernando Laroche. La tarea, refuerza el vínculo entre el museo, la Universidad de Chile, y el Senado de la República.

 

El jueves 25 de enero recién pasado, el equipo de la Unidad de Conservación y Documentación del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, liderado -en terreno- por la conservadora y restauradora Marta Rebora, terminó el proceso de restauración de la obra Primer Congreso Nacional (1905), lienzo de 5,30 x 6,00 mts, ubicado en el hemiciclo del Senado de la República (Santiago), conocido también como Palacio del ex Congreso Nacional de Chile. El trabajo, que se realizó durante todo el primer mes del 2024, implicó un proceso de diagnóstico, registro fotográfico, análisis (UV y microscópico) del óleo, así como una limpieza superficial y del perímetro (marco), además de un barnizado final de la pintura.

La tarea se puede entender como la segunda parte de un proyecto que comenzó junto a la restauración -por parte del mismo equipo del MAC- de la obra El Descubrimiento de Chile (1913), de fray Pedro Subercaseaux. “Lo que ha pasado es que el primer ejercicio de magnitud que hicimos ahí, la restauración de El Descubrimiento de Chile, tuvo una muy buena respuesta. El equipo del museo, bajo la coordinación de Marta Rébora, realizó un trabajo con muy buenos resultados. Eso permite que vengan nuevas asociaciones. En primera instancia se iban a restaurar las dos obras al mismo tiempo, pero el espacio estaba ocupado por la Asamblea Constituyente. Entonces no se podía entrar con el andamiaje y detener ese proceso. Pudo no haberse realizado esta segunda reparación, pero nos pidieron que la hiciéramos”, explica Daniel Cruz, director del Museo de Arte Contemporáneo.

“El valioso trabajo que está realizando el MAC junto al Senado de la República de restaurar piezas históricas muestra la importancia de la colaboración entre instituciones del Estado para resguardar el patrimonio cultural del país. Esta nueva restauración se suma a la ya realizada de la obra Descubrimiento de Chile. Ahora, con la pintura Primer Congreso Nacional seguimos cuidando el legado artístico de nuestra nación. Agradecemos, especialmente, al senador Coloma por la confianza en la Universidad de Chile y a todo el equipo del MAC que contribuyó en esta tarea”, dijo la Rectora Rosa Devés.

“Cuando empezamos a hacer este proyecto, realizamos un llamado bien abierto y el MAC demostró mucho interés en hacerlo, particularmente con la primera pintura. Y efectivamente hicieron un trabajo espectacular. Entonces de ahí en adelante esta alianza ha sido muy buena, lo que no significa que no haya otros que también puedan acceder, pero su trabajo nos dio muchas garantías por la forma en que se hizo y cómo han operado en este nuevo proceso. Dicho sea de paso, estas cosas las vemos siempre con el Consejo de Monumentos, recordemos que el ex Congreso Nacional es un monumento. No se imaginan todas las autorizaciones que se requieren para llevar adelante estas mejoras, y, por lo mismo, también se exigen ciertos criterios de calidad, que el MAC ha cumplido plenamente”, señaló por su parte el Presidente del Senado, Juan Antonio Coloma.

La restauración del Primer Congreso Nacional, se enmarca en una serie de iniciativas impulsadas por el Senador Coloma durante su gestión. “El Presidente del Senado es una persona preocupada, tanto por el edificio, como por una serie de cosas que muchas veces pasan desapercibidas. Las distintas administraciones dejan distintos legados, y él está preocupado de tomar esto, de poder resolverlo, y de que quede bien para proyectar y conservar obras que son parte de nuestro imaginario local”, agrega el Director del MAC.

Al respecto, el Presidente del Senado señala: “Creo que las instituciones tienen raíces y las raíces hay que protegerlas. En festividades como el Día del Patrimonio, uno se da cuenta que el patrimonio es de todos y que no da lo mismo si está en buenas condiciones o si se está deteriorando. La recuperación del cuadro de fray Pedro Subercaseaux ha sido un hito. No te imaginas la cantidad de gente que ha venido a verlo, porque es la primera vez en 110 años que se recupera ésta obra de arte que está llena de símbolos. Lo mismo estamos haciendo ahora en el hemiciclo. ¿Cuál es el sentido?, darle valor a la historia, que se sienta que cuidamos las cosas”.

Respecto al trabajo de restauración mismo, Pamela Navarro, Coordinadora de la Unidad de Conservación y Documentación del Museo de Arte Contemporáneo, explica. “Se trata de una limpieza completa. Son cuadros que datan de principios del 1900 y, según los antecedentes que manejamos, El Descubrimiento de Chile no había tenido ningún tipo de mantención desde que se instaló aquí. Las restauraciones se hacen a través de pruebas de limpieza, y se usan diferentes solventes hasta encontrar cual es el más efectivo y el menos invasivo, a fin de no deteriorar los pigmentos originales. Al final, cuando ves el antes y el después de la obra, te das cuenta que cambian un montón los colores. Eso es súper interesante porque además permite analizar la paleta del artista, etc”.

“González fue un chileno que tuvo la oportunidad de estudiar en Francia, y creo que allá se pudo conectar con Laroche que fue un artista francés, -explica Marta Rebora. Entiendo que fue un llamado público, algo bien formal, y ganaron el concurso. Realizando la limpieza, nos llamó mucho la atención que se distinguen las manos de los dos artistas. Se nota como el cuadro en la parte izquierda ha sido pintado por el chileno González Méndez, y la parte derecha por Laroche. Hablamos de 1900, cuando comienzan todas las vanguardias en Francia (Impresionismo), y Laroche seguramente plasma en ese cuadro su espíritu más libertino, con una paleta más variada, colores brillantes, verde, morado, rojo, naranja, con mezcla realizadas en la misma paleta. Mientras que en la izquierda, se nota un estilo más rígido y con una paleta más oscura. Es llamativo porque normalmente cuando los pintores trabajaban juntos se mezclaban”, cuenta.

El equipo del MAC estuvo integrado por Marta Rebora, junto a Carlos Sotelo, Daniela Sepúlveda, Julio Acuña, Juan Álvarez, Andrea González y Karen Hernández. Un grupo humano que debió trabajar con obras instaladas a alrededor de ocho metros de altura, ya que no se pueden bajar, pues están adheridas a la arquitectura. “A nosotros, sin duda esto nos permite también fortalecer nuestra área de restauración -explica Daniel Cruz-, pero este encargo nos hace sentido también, porque se trata de obras que nos pertenecen a todos, a nuestra historia, y poder trabajar en esto, de alguna forma nos instala con un correlato sobre las necesidades del país”.

 

Imagen de portada: Cortesía Senado.